7. LUCHA CONTRA EL SOCIALISMO UTÓPICO Y ESTABLECIMIENTO DEL SOCIALISMO CIENTÍFICO
Trabajadoras koljosianas en la Unión Soviética |
Socialismo Utópico es el término utilizado para denominar a
las principales tendencias del socialismo pre-marxista que surgieron y se masificaron
durante la primera mitad del siglo XIX. Los términos ‘utopistas’ (derivado de la idea de
utopía, que supone un estado de cosas en donde todo es perfecto) y ‘socialista’
se hicieron populares por primera vez en la década de 1830. Fueron
utilizados para describir a un grupo de pensadores que desarrollaron teorías
para transformar la sociedad sobre una base más igualitaria, mediante la
eliminación del individualismo, el egoísmo y la competitividad en la naturaleza
humana. Muchos de estos pensadores o sus seguidores trataron de poner
en práctica sus teorías mediante la creación de comunidades ideales donde todos
los miembros trabajaban, vivían y compartían los frutos de su trabajo sobre una
base cooperativa. Ellos creían que esas comunidades ideales darían el ejemplo
que luego sería seguido por el resto de la sociedad. No se basaron en los
procesos sociales en curso para elaborar sus esquemas de socialismo, más bien
pensaban que la racionalidad de sus planes e ideas por sí mismas serían
suficientes para convencer a las personas y cambiar la sociedad.
El Socialismo Utópico fue primero y principalmente una reacción ante la
opresión y la explotación de la clase obrera bajo el capitalismo. El pueblo
trabajador había luchado amargamente por el derrocamiento del feudalismo, sin
embargo, las consignas burguesas de libertad, igualdad y fraternidad sólo
habían significado libertad para la clase capitalista y la intensificación de
la explotación para los obreros. Diversas doctrinas socialistas
surgieron como resultado de las emergentes contradicciones de clase entre
capitalistas y obreros y como protesta en contra de la explotación. Intentaban
construir un sistema que proporcionara justicia a los trabajadores.
La anarquía de la producción capitalista era otra causa de las nuevas teorías
socialistas. Los socialistas utópicos intentaron construir sistemas
racionales que pudieran satisfacer las necesidades de la humanidad en una forma
ordenada y armónica. Algunos de ellos incluso trataron de convencer a
los capitalistas y funcionarios del gobierno de que sus sistemas socialistas
eran mucho más racionales, planificados y, por lo tanto, más deseables que el
sistema capitalista existente. Incluso trataron de obtener fondos de los ricos
para sus proyectos.
El principal defecto de las doctrinas socialistas
pre-marxistas fue que no tenían una base real en las contradicciones de clase y
la lucha de clases que se desarrollan en la sociedad. Aunque sus ideas eran por sí mismas el
producto de las contradicciones de clase dentro de la sociedad, los socialistas
utópicos no se dieron cuenta de que era absolutamente necesario librar la
lucha de clases con el fin de alcanzar el socialismo. Aunque sus ideas eran en
realidad un reflejo de las aspiraciones del naciente proletariado, los
socialistas utópicos no reconocieron la importancia central del papel
revolucionario del proletariado en el logro de socialismo.
Cuando Marx y Engels entraron en contacto con los grupos socialistas y
comunistas comenzaron a tratar de convencer a los seguidores de las teorías
socialistas utópicas de lo incorrecto de sus ideas. Participaron intensamente
en los debates de las diversas agrupaciones obreras y revolucionarias donde
estas teorías e ideas estaban siendo discutidas. Su principal objetivo era dar
una base científica a la teoría socialista. Para ello tuvieron que exponer los
defectos y comprensiones incorrectas de los primeros socialistas y poner al
socialismo sobre la sólida base de la teoría marxista de la lucha de clases.
Como el propio Marx señaló, la teoría de la lucha de clases no era algo
nuevo inventado por él. De hecho, los socialistas anteriores e incluso algunos
escritores burgueses eran bastante conscientes de ello y escribieron sobre las
clases y la lucha de clases. Sin embargo, la diferencia esencial de la
teoría marxista de la lucha de clases es que ésta mostró cómo la lucha de
clases llevará inevitablemente al socialismo y el comunismo.
Marx, en primer lugar, mostró que las clases no son algo que ha
existido siempre en la sociedad humana. Demostró que hubo un largo período de
la historia humana en el cual no había clases en absoluto (esto es, durante el
comunismo primitivo) y que también habría un período en el futuro en el que
nuevamente no habría clases. En segundo lugar, Marx analizó particularmente
la lucha de clases actual entre la burguesía y el proletariado y mostró de qué
manera esta lucha de clases conduciría inevitablemente a la revolución por los
obreros y al establecimiento de la dictadura del proletariado, es decir, al
socialismo. En tercer lugar, Marx señaló que esta dictadura del
proletariado era en sí un período de transición hacia una nueva sociedad. El
proletariado sólo puede desarrollarse destruyéndose a sí mismo como clase,
aboliendo todas las clases y estableciendo una sociedad sin clases, es decir,
el comunismo.
Esta es la teoría de la lucha de clases que Marx y Engels desarrollaron,
propagaron y llevaron a la práctica a lo largo de sus vidas. Esta es
la teoría marxista de la lucha de clases que ha convertido al socialismo en
una ciencia, la cual sentó las bases del socialismo científico. Con
esto, el socialismo ya no sería visto como el producto de una mente
brillante, sino como el resultado necesario de la lucha entre dos clases
históricamente determinadas – el proletariado y la burguesía. Con el
socialismo científico, la tarea de los socialistas ya no sería tratar de
desarrollar el sistema de sociedad más perfecto, armónico y racional, como los
socialistas utópicos habían tratado de hacer. Bajo el socialismo científico la
tarea será analizar la sociedad, analizar la historia y la base económica de
las contradicciones de clase en la sociedad y, a partir de esta base económica,
encontrar la forma de acabar con todos los conflictos de clase y alcanzar el
socialismo y el comunismo.
La claridad científica de la teoría socialista marxista era tan grande que
la mayoría de los elementos honestos en las diversas organizaciones socialistas
y comunistas de la década de 1840 pronto rechazaron las variantes del
socialismo pre-marxista y no-clasista. Marx y Engels se convirtieron en los
líderes ideológicos del movimiento socialista. Cuando en 1847 se formó una
nueva organización internacional que unió a obreros, intelectuales y grupos
socialistas revolucionarios de varios países, ellos se convirtieron en sus
líderes. Sugirieron su nombre, La Liga de los Comunistas, y fueron
ellos los nominados para redactar su programa. Este programa es el histórico Manifiesto
Comunista.
El Manifiesto Comunista no sólo fue el primer programa y línea
general del proletariado internacional. Establece además los principios básicos
del socialismo científico y su posición frente a todos los otros tipos de
socialismo. Con su
rápida traducción a numerosos idiomas, el Manifiesto prontamente
difundió las ideas básicas del socialismo científico marxista por toda Europa y
luego por todo el mundo. Los principios básicos descritos en este
documento, en esencia, se mantienen firmes por más de 150 años, hasta el día de
hoy.
Link de descarga del texto completo: Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo
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